Qué bueno sería nacer con un manual de instrucciones
de cómo vivir la vida. Quizás lo tiraríamos a un lado al cumplir los 30 años, o
lo contrario, lo leeríamos desesperadamente a ver que rayos dice. En el caso de
los somalíes, ese libro quizás les pueda decir porque les tocó vivir la sequía
y la hambruna. A los haitianos, les pueda justificar porque su país tembló y tembló,
tratando de destruirlo todo hasta su dignidad. No olvidemos a los japoneses,
como han tenido que empezar desde cero desde el temblor yel
tsunami. A todos, el manual les daría las herramientas para tomar la decisión
de si deben empezar de nuevo o abandonarlo todo.Por otra parte, para
algunos, tales como los miembros de la monarquía inglesa , el manual trace la línea
de abolengo desde los tiempos inmemoriales y les indique cómo y porqué nacieron
en cuna de oro a expensas del sacrificio de su ser más querido, tal como fue el
caso de William y Harry de Inglaterra.
Para todos nosotros, el manual puede servir de guiar
sobre cual religión debemos seguir, la más afín a nuestros ideales y
circunstancias, como fue el caso del Dalai Lama, quien siendo niño fue escogido
por una visión mística de los lideres budistas tibetanos como el líder de su
pueblo. El manual también indicaría a algunos como perdonar y entender por qué
fueron víctimas de sus instigadores por objecto de religión, raza y preferencia
sexual como les sucedió a los judíos, víctimas del Holocausto.Este
libro podría delinear nuestro porvenir, dictando nuestras decisiones en los
momentos cruciales de nuestras vidas (como un time line). Nos podría
detallar explícitamente las circunstancias de este o aquel momento difícil de
nuestras vidas o ayudar a descifrar que motiva a nuestros allegados, como
piensan y que esperan de nosotros. Nos podría trazar la ruta a seguir como el peón
o el rey en el tablero de ajedrez para poder dar jaque mate a nuestros adversarios.
Nos podría ubicar en nuestro lugar dentro del " grand scheme of
things."
¿Dónde es que están escritas todas esas cosas que
son tan relevantes en nuestras vidas? ¿Quién dijo que no eran importantes o qué
en ese momento, sabríamos que hacer? ¿Porque no hay indicación del caminito a
seguir? ¿Quién dijo que todos somos capaces de manejar nuestro libre albedrio?
Si lo que saben algunos es joderlo más, aunque lo justo es reconocer lo mucho
que hacen otros tal como el Dr. José Vargas Vidot. Ya anda por Haití abriendo
la planta embotelladora de agua o acá inaugurando el centro para que los niños
tengan un sitio seguro donde estar. ¡Que admirable!
Leeré Man's Search for Meaning por Viktor
Frankl donde alguna vez encontré algunas señales. Me sumergiré en la lectura de
Los Miserables de Victor Hugo buscando solaz. Me refugiare en mis libros
buscando contestaciones.
Leyendo
las palabras antes expuestas, me asombre al saber que exactamente 10 años atrás fue
que ocurrió el devastador terremoto de
magnitud 7.3 grados en la escala de Richteren Haití.
Allí perdieron su vida muchos haitianos y miles fueron víctimas del devastador
terremoto. Diez años después, Puerto Rico fue sacudido por uno de 6.4 de magnitud que destrozó todas las casas de varios pueblos en el sur de Puerto Rico. Guánica
fue uno de los pueblos más afectados en donde un gran porciento de las
viviendas, e incluso la catedral, fueron destruidas por las vibraciones.
¡Como
han cambiado nuestras vidas desde ese día! Si, la vida tiene que continuar,
pero de que manera! No podemos conciliar el sueño, planificar salidas muy lejos
de la casa, y menos pensar en un viaje lejos de Puerto Rico, por miedo a dejar
a nuestras familias desprotegidas. Todas nuestras actividades giran alrededor
de la planificación de ese momento temido, un terremoto de 7.0
Nuestra islita puede estar temblando por años, según pronostica
el geomorfólogo, Dr. Molinelli, pero en qué momento sentiremos que sentir el
piso vibrar va a ser nuestro nuevo “ normal”? Que Dios nos coja confesa’os, como decía mi
abuela!
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